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Actual. Osteol 6 (2), 2010

El caballero y la dama con Osteoporosis

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Resumen

El propósito de este artículo es pasar revista a algunas diferencias en la epidemiología, la fisiopatología y la clínica de la osteoporosis en uno y otro sexo. La prevalencia de osteoporosis en varones de raza blanca se estima en 7%.
La osteoporosis todavía es un problema poco reconocido en los hombres, y la mayoría de los varones fracturados no reciben tratamiento. La tasa de fracturas de muñeca aumenta dramáticamente en mujeres que transitan los primeros años de la postmenopausia, mientras que se mantiene siempre baja en varones de toda edad. Las fracturas vertebrales también aumentan rápidamente en mujeres de más de 50 años, y son más frecuentes en ellas que en los hombres, al igual que las fracturas de cadera. Las fracturas vertebrales también son comunes en varones ancianos; sin embargo, las tasas de incidencia caen con la mayor edad (al revés que en mujeres), quizá por el factor trauma; las tasas en varones mayores de 65 años son apenas la mitad que las tasas en mujeres. En el estudio LAVOS la prevalencia global de este tipo de fractura en mujeres argentinas mayores de 50 años fue de 17%; no hay estudios comparables en varones. Un tercio de todas las fracturas de cadera ocurre en hombres, y más hombres que mujeres mueren en el año postfractura. Aunque los muy ancianos tienen el mayor riesgo, casi la mitad de las fracturas de cadera en hombres se dan antes de los 80 años. En 7 estudios de incidencia de fracturas de cadera realizados en la Argentina, la tasa fue de 488/100.000 habitantes (DE±86) y el cociente mujeres/varones fue de 2,56 en promedio. La diferencia podría estar en factores biomecánicos (diferente geometría en la sección de los huesos largos), y en la calidad del material (mejor mineralización del hueso cortical en hombres). Se han encontrado diferencias en los cambios del hueso trabecular con la edad, según el sexo: en mujeres, predomina la fenestración de las trabéculas; en los varones, predomina el adelgazamiento de las mismas. La
disminución de hueso trabecular en el varón parece deberse más a un defecto en la formación que a un exceso de resorción. En general, el número de trabéculas está mejor preservado que en la mujer, lo que explicaría el menor riesgo de fracturas a lo largo de la vida.

Es conocido el impacto de la cesación de la función ovárica sobre el hueso en la mujer. En hombres, tanto la testosterona como el estradiol biodisponibles declinan con el envejecimiento normal, y la pérdida ósea se correlaciona mejor con el estradiol biodisponible; el riesgo de fracturas en varones añosos aumenta cuanto más bajas son estas hormonas en suero. El estradiol es, pues, un determinante de la masa ósea en ambos sexos. Los factores de riesgo de osteoporosis (incluida la hipovitaminosis D) afectan igualmente a individuos de ambos sexos. Se analizan los criterios actuales para el diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis en hombres.

Palabras clave: osteoporosis; mujeres; varones; epidemiología; fisiopatogenia; diagnóstico;
tratamiento